Recopilado por Ricardo Bittelman Saporta, oftalmólogo
Los adultos mayores, personas miopes o diabéticas deben realizar visitas periódicas al oftalmólogo: su condición es un factor de riesgo para que ocurra un desprendimiento de retina. No obstante, esta afección puede suceder incluso desde el nacimiento, siendo la prematurez su principal causa.
Los síntomas principales son la fotopsia- o destellos de luz, y la miodesopsias- o coloquialmente conocidas como “moscas volantes”, siendo manifestaciones características de las primeras etapas de la enfermedad. Cuando ya está desarrollada, el paciente ve una especie de cortina que al desplazarse obstaculiza la visión.
Como en otras patologías, el desprendimiento de retina en personas mayores se detecta cuando ya está desarrollado, ya que quienes lo padecen no le entregan gran importancia a los síntomas de las fases iniciales.
Una vez realizado el diagnóstico, generalmente el procedimiento adoptado es quirúrgico. Mientras más pequeña sea la lesión, menos tiempo demora la cirugía. Sin embargo, en personas diabéticas la cirugía es más compleja.
Luego de someterse a la cirugía, el paciente no debe levantar objetos pesados. También debe procurar no hacer movimientos con la cabeza que intenten superar su límite de rangos. De hecho, algunas personas deben permanecer boca abajo durante la mayor parte del tiempo de cicatrización, que dura alrededor de cinco días en promedio.
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Ricardo Bittelman 